Las compañías telefónicas son uno de los sectores que más desconfianza despiertan entre los usuarios. De hecho, seguro que más de uno recordáis el programa Salvados, de Jordi Évole, en el que se puso de manifiesto que las operadoras de telefonía son las que más quejas de consumidores acumulan. A todos nos ha pasado, todos hemos tenido algún problema con ellas y lo cierto es que su capacidad de reacción es por lo general bastante limitada e ineficaz. Si tenemos suerte, lograremos resolverlo tras varias llamadas al servicio de atención al cliente donde nos tocará pelearnos con un contestador o bien tras la visita a una tienda física donde un comercial intentará, con más o menos agrado, resolver un tema para el que probablemente ni siquiera le han formado. No es su culpa, no la toméis contra él.
Hasta aquí, podemos disculparles. Cuando tienes una cartera de clientes que se cuenta por millones, no debe ser fácil tener a todos contentos. Pero lo que no tiene mucho sentido es que ahora, además, tengamos que pagar por preguntar cosas como saber nuestra permanencia en Vodafone o cambiar la dirección de facturación. Servicios que hasta ahora eran gratuitos y que, sí señores, la nueva brillante idea de la operadora británica va a hacer que tengamos que pasar por caja. Por suerte hay alternativas.
Cómo evitar que nos cobren por consultar la permanencia en Vodafone
Es cierto que tampoco debemos echarnos las manos a la cabeza, ya que no nos van a obligar a pagar por ello. Nos proponen diferentes canales para consultarlo y, si decidimos continuar con la manera tradicional, vía telefónica, nuestra factura se verá engrosada por esta decisión tan poco inteligente.
Esta nueva medida afecta a cinco tipos de consultas realizadas a través del teléfono de Atención al Cliente de Vodafone (123), aunque no descartamos que la lista engorde próximamente:
- Consultar el PIN o el PUK
- Consultar la permanencia en Vodafone
- Modificar la dirección de facturación
- Modificar los datos bancarios
- Solicitar un duplicado de factura
A partir de ahora, estas consultas tendrán un coste de 2.50 € si las hacemos a través del 123, pero continuarán siendo gratuitas mediante la app Mi Vodafone (la cual por cierto, funciona bastante bien, todo hay que decirlo).
Vodafone se escuda en que con esta decisión se busca descongestionar su servicio telefónico de atención al cliente. Resulta curioso que esta noticia llegue unas horas después de haber hecho público su último informe con los resultados financieros del tercer trimestre de su año fiscal (Octubre – Diciembre 2016), en el que vemos unos ingresos de 1.256 millones de euros. Quizás una buena forma de «descongestionar» el servicio hubiera sido contratar más personal cualificado y no forzar a que sea el cliente el que asuma una vez más este coste.
Como medida de autogestión, sin duda es una idea brillante; pero como política de empresa y fidelización del cliente, no tanto.
Eso será para los clientes de Vodafone España por qué los de Ono Vodafone no tenemos acceso a mi Vodafone de hecho no tenemos ni una aplicación