Facebook tiene unos 1.400 millones de usuarios repartidos por todo el mundo. Sus ganancias en el último trimestre de 2014 fueron de unos 700 millones de dólares. Estas cifras le permitieron en su momento hacerse con aquellos que podrían ser competencia, como Instagram y WhatsApp. También tener su propio pueblo en muy poco tiempo.
Zee-Town, el pueblo de Facebook
Mark Zuckerberg, el dueño de Facebook, está planeando la construcción de un pueblo para que vivan sus casi 10.000 empleados, junto con sus familias, como es lógico. En un principio se llamará Zee-Town y tendrá un coste de unos 200 millones de dólares. El sitio elegido está situado junto al mar y tendrá unas dimensiones de unas 80 hectáreas. Habrá supermercados, carreteras, hoteles y viviendas. Se encuentra junto a la propia sede de Facebook, situada en Menlo Park, California. Eso sí, como viva cada uno dependerá de su status dentro de la compañía. Habrá lujosas villas para los directivos y dormitorios comunes para los becarios, por ejemplo. Zuckerberg se va haciendo con el terreno poco a poco. Su última adquisición, 22 hectáreas, le supuso un desembolso de unos 400 millones de dólares.
Frank Gehry se encargará del pueblo de Facebook
Mark Zuckerberg se ha fotografiado con Frank Gehry y una maqueta del futuro pueblo, que contará con 21 edificios. El que es uno de los arquitectos vivos con más prestigio, será el encargado de llevar a cabo el proyecto. Recordemos que entre sus obras se encuentran el museo Guggenheim de Bilbao o la Fundación Louis Vuitton de París. Tendrá el objetivo de que el pueblo se funda con la naturaleza. Está previsto que haya árboles en los tejados de los edificios de oficinas.
La mayoría de los vecinos de Menlo Park se frotan las manos ante la repercusión económica que tendrá la llegada de sus nuevos vecinos. Sin embargo, como no puede ser de otra manera, han empezado a surgir algunos detractores.
Facebook recupera así una costumbre que surgió en el siglo XIX y que perdió fuelle en el XX, que consistía en que el patrón se preocupaba por la vida de sus trabajadores a todos los niveles, desde su educación hasta su salud, también por la vivienda.
Lo que no sabemos es si a todos los trabajadores les gusta la idea de pasar todo el tiempo en Facebook.