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¿El fin del spam telefónico? El artículo 66.1b entrará en vigor pronto

Es imposible describir en palabras cuán molesto es atender el teléfono solo para recibir llamadas o mensajes de texto comerciales no deseados; pero por los vientos que soplan, esto está a punto de ser una cosa del pasado, o al menos tenemos la esperanza de que así sea el caso.  En este sentido, el Proyecto de Ley General de Telecomunicaciones que entró en vigor el pasado 30 de junio de 2022 en España puso sobre la mesa varias reformas a favor del usuario, pero desafortunadamente algunas se han hecho esperar, específicamente la que podría ponerle fin al Spam telefónico.

Para ser específicos, pronto entra en vigencia el artículo 66.1b de la ley 11/2022 de telecomunicaciones, que va sobre “derecho a la protección de datos personales y la privacidad en relación con las comunicaciones no solicitadas, con los datos de tráfico y de localización y con las guías de abonados.” 

El artículo 66 de la Ley General de Telecomunicaciones podría significar el fin del spam telefónico 

Entrando en detalles, las nuevas cláusulas del artículo 66 de la Ley General de Telecomunicaciones del 26 de enero de 2022 estipulan que los usuarios tienen los siguientes derechos: 

“A no recibir llamadas automáticas sin intervención humana o mensajes de fax, con fines de comunicación comercial sin haber prestado su consentimiento previo para ello.” 

“A oponerse a recibir llamadas no deseadas con fines de comunicación comercial que se efectúen mediante sistemas distintos de los establecidos en la letra anterior y a ser informado de este derecho.” 

Con eso en mente, esta reforma fue prorrogada durante un año, lo que significa que entrará en vigor este 30 de junio de 2023, según se dispone en la Disposición Final Sexta. A partir de esa fecha solo aquellas personas que hayan dado su consentimiento previo seguirán recibiendo llamadas comerciales. 

Previo a esta ley lo único en defensa de los usuarios (en materia legal) era la Lista Robinson contra el spam, una lista dónde los usuarios pueden apuntarse para no recibir llamadas comerciales o publicidad indeseada, así como también sirve para denunciar malas prácticas. No obstante, su debilidad son las operadoras de telecomunicaciones de otros países, las cuales no juegan bajo las mismas reglas que los callcenters de España. Con un poco de esperanza, el artículo 66 no tendrá el mismo talón de Aquiles. 

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