El IFA de Berlín no es solo electrodomésticos, smartphones o realidad virtual. Entre los pabellones de Messe nos encontramos también gadgets y dispositivos de lo más curiosos, que consiguen que aunque nuestra agenda esté al límite, hagamos el esfuerzo de sacar unos minutos para impresionarnos con todo lo que la tecnología nos puede ofrecer. ¿Quieres un ejemplo? El Sunflower de Shadecraft, un objeto espectacular y práctico que a todos nos gustaría tener en casa.
Sunflower de Shadecraft, mucho más que un parasol o una sombrilla
El parasol Sunflower de Shadecraft no es una sombrilla al uso. Imagínate estar tumbado en la terraza de tu casa y poder controlar desde la app la apertura de sus alas, la cantidad de sombra que quieres o incluso el volumen de la música que estás escuchando. Nacido de la mano de la start up californiana ShadeCraft, pudimos ver este parasol robotizado por primera vez en Europa en este IFA de Berlín.
Nos impresionó no solo por sus medidas (3 x 2 x 2 metros), también por su facilidad de uso desde la aplicación del móvil, por el movimiento de apertura, cierre y rotación y por sus posibilidades. Se alimenta de energía solar (con una duración de más de 72 horas tras una carga completa) y está equipado por varios sensores (por ejemplo, un sensor de viento para cerrarse automáticamente), cámara con grabación 360º que nos sirve también como vigilancia del hogar, micrófono, altavoz o luz, entre otros. Además, también cuenta con puerto USB para que puedas cargar tus dispositivos móviles mientras tomas el sol y conexión WiFi y Bluetooth.
Os dejamos un vídeo para que podáis verlo en acción y os impresionéis tanto como nosotros.
¿A qué público va dirigido el parasol Sunflower de Shadecraft?
Nos contaban los responsables de la marca que Sunflower es el típico producto que todo el mundo querría tener en casa pero que, por desgracia, por cuestión de espacio y volumen está restringido a un público muy específico. Entre los que más partido podrían sacarle a este parasol robotizado, encontramos el sector hotelero.
Échale el ojo, quién sabe si te lo encontrarás en tus próximas vacaciones…