Con la mayoría de la población ya vacunada, todavía quedan personas que se resisten a pasar por el centro médico para ponerse sus correspondientes dosis. Cada vez son más las empresas que están tomando medidas contra estos empleados, por suponerles un riesgo para la salud del resto de la plantilla. Los últimos en tomar parte de la acción han sido los responsables de Intel, quienes ya han comunicado a sus trabajadores que aquellos que no estén vacunados serán suspendidos de empleo y sueldo.
Los trabajadores sin vacunar de Intel serán suspendidos de empleo y sueldo
Recientemente, Google anunció una medida similar en su empresa. Ahora es otra gran tecnológica, Intel, quien se ha unido a esta lucha en pro de las vacunas contra la COVID-19. Concretamente, en el caso de la compañía americana se ha advertido a su plantilla que tienen de plazo límite hasta el 4 de enero para ponerse la vacuna. En caso contrato, se suspenderá el pago de las retribuciones económicas a estas personas, pero podrán seguir trabajando en la empresa.
La empresa afirma que esta iniciativa sigue los requerimientos del gobierno estadounidense, quien, desde el mes de septiembre de 2020, establece la obligatoriedad de la vacuna en el entorno de las empresas que cuenten con más de cien trabajadores.
Exenciones
La iniciativa conlleva también exenciones, pero el plazo para solicitarlas vence el mismo día, el 4 de enero. Aquellos trabajadores que aleguen cuestiones médicas o religiosas deberán comunicarlo de forma oficial a su empresa, la cual estudiará antes del 15 de marzo de 2022, si aplica la exención o no. En caso de que se deniegue, la normativa entrará en vigor para ellos a partir del 4 de abril, por lo que con la solicitud de la exención pueden ganar tres meses de ventaja.
De cualquier modo, los trabajadores de Intel que no se vacunen por razones médicas o religiosas tendrán que someterse a test semanales, incluso si se encuentran trabajando desde casa.
Vía | The Verge