Mucho hemos hablado en los últimos tiempos de los wearables que nos permiten estar conectados a través de las prendas y complementos creados con esta tecnología. Pero ahora podemos encontrarnos con una vuelta de tuerca, llega iSkin una herramienta que emplea nuestra propia piel como teclado.
iSkin para controlar los dispositivos electrónicos
Investigadores del Instituto Max Planck y de la Universidad de Sarre en Alemania han diseñado un sensor llamado iSkin que nos permite emplear nuestra propia piel para controlar los diferentes dispositivos electrónicos. Podemos elegir la zona del cuerpo en el que colocarlo, además no resulta antiestético ya que es similar a una calcomanía y se confunde con un tatuaje, otra ventaja es que se puede personalizar su diseño. En opinión de uno de sus creadores los componentes rígidos que se emplean son muy incomodos y además solo se pueden utilizar en la muñeca o en la cabeza. Sin embargo el suyo es flexible y extensible.
iSkin tecnología avanzada a bajo coste
iSkin está elaborado en silicona y fibra de carbono. Fabricar cada unidad cuesta menos de un euro, a pesar de que emplea la misma tecnología que la robótica y las prótesis más avanzadas. Sin embargo señalan que no supone ningún riesgo para la salud ya que utiliza materiales biocompatibles.
Los sensores que lleva el dispositivo son muy resistentes, por lo que se puede doblar o estirar. Entre sus funciones más destacadas es que va a permitir que podamos contestar llamadas, poner música o emplearlo como teclado, irán apareciendo las letras según tocamos diferentes partes de cuerpo. Se conecta por medio de cables a un ordenador, pero su próximo objetivo es que se pueda hacer por WiFi o Bluetooth. De momento se encuentra en fase de prueba ya que necesita ser optimizado antes de su comercialización.
Sin duda iSkin abre la puerta a un sinfín de posibilidades.