Tras el pequeño disgusto que nos dejó el AMIGOO H2000 con sus especificaciones totalmente obsoletas, vemos que no es el único que se atreve a salir al mercado en pleno 2016 con un hardware más propio de la posguerra que de nuestros días. Sí, es cierto que en aquella época ni siquiera existían los smartphones, pero es un buen ejemplo para enfatizar que estamos ante un terminal cuya única arma es el color de la carcasa. Y esto, es cuanto menos preocupante. Hablamos del MPIE A8, al que por no acompañarle, ni siquiera le acompaña el nombre.
MPIE A8 se cae con todo el equipo
Cierto es que estamos ante un terminal de gama de entrada muy económico, pero por un precio similar tenemos los nuevos Homtom que pintan algo mejor.
El MPIE A8 parece el claro ejemplo del quiero y no puedo, un móvil que tanto por diseño como por interior parece creado con el único fin de ser un regalo de Comunión… y aún así hay opciones mejores. Encontramos en él un procesador MTK6580 quad core a 1.3 GHz, una GPU Mali 400 MP y una memoria RAM de 512 MB, insuficiente al igual que los 4 GB de almacenamiento interno. Es cierto que podemos ampliarlo hasta 32 GB mediante microSD, pero igualmente se nos antoja bastante corto.
El resto de sus especificaciones no nos dejan datos más alentadores: cámaras de 2 MP para ambas lentes, conectividad 3G y pantalla de 5 pulgadas con resolución 960 x 540 píxeles.
Teniendo en cuenta que su precio supera los 50 euros, es inevitable que nos decepcione aún tratándose de un móvil chino barato. Si aún así quieres echarle un ojo, lo tienes disponible en tiendas como Gearbest o Tinydeal.
Ni siquiera la variedad de colores en la que podemos comprar el MPIE A8 nos salvan de tener una opinión favorable sobre él
