Triste noticia la que tenemos en el día de hoy en el campo de la tecnología. El presidente de Samsung, Lee Kun-hee, ha fallecido a los 78 años de edad. Su muerte no solo es un palo para la familia Samsung si no que además deja en el aire la herencia más poderosa de Corea del Sur.
Lee Kun-hee muere un 25 de octubre a los 78 años
El suceso tuvo lugar en el día de ayer, 25 de octubre de 2020, por causas que aún se desconocen. La propia Samsung ha declarado su intención de no hacer públicas las causas de su muerte, aunque en su historial de salud es público que en 2014 sufrió un ataque cardíaco que le mantuvo apartado de sus obligaciones como empresario al quedar postrado en una cama durante seis años.
Lee Kun-hee ha dirigido Samsung desde 1987 hasta 2020, 33 años en los que ha amasado tal fortuna que, a día de hoy, era el hombre más rico de Corea del Sur y en sus haberes atesoraba el 15% del PIB de todo el país.
De hecho, en un primer momento, se estima que su herencia puede alcanzar los 20.000 millones de dólares, cifra que recaerá directamente sobre sus herederos legítimos, entre quienes se encuentra Lee Jae-Yong, vicepresidente actual de Samsung, quien ya ha compartido responsabilidades con su padre en Samsung y sobre quien se espera que recaiga toda la responsabilidad de la empresa.
Este cambio de trono puede suponer una nueva era para Samsung, aunque, debido a la alta cantidad de dinero que está en juego, las miradas se centran en la herencia del hombre más rico de un país. Un país que, precisamente, es uno de los que tiene una mayor tasa de impuestos sobre los repartos de herencias de las grandes fortunas como Lee Kun-hee.
Vía | EFE
