Cuando pensamos en un robot lo hacemos en una máquina con estructura firme y resistente. Sin embargo, son muchos los que tratan de realizar creaciones alternativas. Ahora un equipo lo ha conseguido con Octobot, que es primer robot autónomo y flexible.
¿Cómo es Octobot?
Robert Wood y Jennifer A. Lewis son dos profesores de ingeniería que pertenecen al Instituto Wyss de Ingeniería de Harvard y que están detrás de Octobot, que tiene la particularidad de que no cuenta con ninguna pieza rígida, es decir es un robot blando.
Para sus creadores este detalle no carece de importancia, sino que podría cambiar por completo la manera en la que interactuamos con estos dispositivos. Para ellos, además, este primer diseño sienta las bases para otros que en el futuro sean más complejos.
A la hora de crear este robot flexible sus diseñadores se han basado en los pulpos, ya que son animales que se mueven con gran agilidad y que cuentan con una gran fuerza, a pesar de no tener un esqueleto que los sustente.
Cómo funciona Octobot
Octobot está fabricado con goma y para funcionar utiliza una reacción química interna que consigue convertir una mínima cantidad de peróxido de hidrógeno en una gran cantidad de gas. Sus responsables explican la importancia de este logro:
Las fuentes de combustible para los robots flexibles siempre han pasado por algún tipo de componente rígido. Lo maravilloso del peróxido de hidrógeno es que una simple reacción química con un catalizador, el platino, nos permite sustituir las fuentes de alimentación rígidas.
Otras de las ventajas que presenta este robot blando es su rapidez a la hora de ser fabricado, ya que mezcla tres fórmulas: la litografía blanda, el modelado y la impresión en 3D.
Como decíamos este es un sistema con un diseño simple que está pensado para que evolucione hacía otros más avanzados, de hecho esperan que en un futuro los sucesores de Octobot puedan nadar, arrastrarse o interactuar con otros.