Una de las ventajas de nuestro trabajo como analistas de tecnología es que a veces podemos probar gadgets tan interesantes como estas gafas de realidad virtual, un producto que quizás, si no llega a ser por esto, nunca habría llegado a nuestras manos. Y es que la realidad virtual, por mucho que sea el futuro y por mucho que nos llame la atención, todavía se encuentra bastante en pañales y su penetración en el mercado está siendo mucho más lenta de lo que a los fabricantes les gustaría. Entre ellos, Oculus es la empresa que brilla con luz propia y que más confianza nos aporta en este tipo de productos. Después del lanzamiento de productos de alta gama como las Oculus Rift, con un precio bastante elevado para el consumidor, nos presentan las Oculus Go, un nuevo visor de realidad virtual que pretende acercar la VR a las masas gracias a su capacidad independiente (no necesitamos un smartphone ni un ordenador para que funcionen) y su precio más o menos ajustado.
Nosotros ya las hemos tenido con nosotros algunos días y lo hemos pasado pipa adentrándonos en un mundo «virtual», aunque también hemos tenido algún que otro problema. ¿Está maduro el producto? ¿Merece la pena? Te contamos nuestras opiniones y nuestra experiencia, a continuación.
Unboxing y diseño de las Oculus Go
Antes de entrar de lleno en el unboxing de las Oculus Go hay algo que llama nuestra atención en el exterior de la caja. En un lateral de la misma vemos el logo de Facebook y Xiaomi. Es decir, estas Oculus Go Standalone VR son fruto del trabajo de estos dos todopoderosos de la industria de la tecnología. De hecho, en Gizlogic ya te contamos hace cuatro años aproximadamente cómo se fraguó la compra de Oculus por parte de Facebook, por lo que no debería ser ninguna sorpresa.
Ahora sí, abrimos nuestra caja (en nuestro caso es la versión de 32 GB) y nos encontramos con las propias gafas, el controlador, los manuales, una gamuza limpiadora, un accesorio para que podamos utilizar nuestras gafas de ver, una correa para el controlador y una pila AA.
Cogemos las gafas con nuestras manos y lo primero que percibimos es un producto más ligero de lo que podríamos pensar al ver en su hoja de especificaciones que pesa casi 500 gramos. Cuenta con unas cintas, ajustables mediante velcros, para fijarlas a nuestra cabeza y evitar que se muevan o se caigan. En este sentido, cumplen perfectamente. Las Oculus Go son muy cómodas de llevar puestas, no dan la sensación de ser pesadas y se ajustan muy bien a la cabeza, aunque sí que se sienten muy voluminosas y si hace calor te harán sudar.
En la parte superior de las gafas encontramos los botones físicos para controlar el volumen y el encendido / apagado, así como un pequeño LED que nos indicará el estado de carga, mientras que en el lateral izquierdo tenemos el conector microUSB para cargar la batería y el jack 3.5 mm por si queremos utilizar auriculares en lugar de hacer uso de los altavoces que incorpora el propio casco.
Configurando nuestras Oculus Go: fácil y para todos los públicos
La batería no es especialmente generosa, por lo que te recomendamos que lo primero que hagas cuando recibes tu paquete sea cargarla al 100%. Una vez hecho esto, las encendemos y las vinculamos con la app Oculus que tendremos que descargar en nuestro smartphone y que nos servirá para hacer la configuración inicial. Está disponible para iOS y Android.
Ponerlas a punto es muy sencillo, aunque nos demorará en torno a 10 minutos hasta que todo esté correctamente emparajado, pero el proceso es muy fácil y cualquiera sin conocimientos puede hacerlo.
Jugamos (y nos mareamos) con las Oculus Go, ¿qué tal la experiencia?
Una vez configuradas y ajustadas en nuestra cabeza, llega el momento de jugar. Un detalle que me ha gustado mucho de las Oculus Go es que podemos utilizarlas con nuestras gafas de ver, algo que sin duda mejora la experiencia a nivel usuario. Yo no utilizo gafas, aunque reconozco que mi visión no es perfecta, tengo algo de miopía y tantas horas frente a la luz azul de las pantallas me está pasando factura, quizás por eso entro en el grupo de usuario que se marean con este tipo de productos. Sí, en mayor o menor medida, la realidad virtual marea a un buen número de usuario. ¿Cómo saber si a ti te ocurrirá? Probándolo, no hay más.
Esta sensación de mareo es mayor o menor según el tipo de contenido que veamos. Por mi parte, los juegos tipo montaña rusa me marean bastante desde los primeros segundos, mientras que algo más «relajado», como un juego tradicional o entrar en un escenario 360º tardo un poquito más en empezar a notar esa sensación de mareo y es mucho más leve. Eso sí, use el contenido que use, a partir de unos 45 minutos mi vista me pide con urgencia un descanso.
La experiencia con las Oculus Go (dejando de lado este tema del mareo que puede ser que a ti no te ocurra) es muy positiva. Me parece que el entorno está muy logrado y que ya hemos dado un paso adelante en la VR «doméstica». La inmersión es muy realista (nos ofrece un FOV de 86º), la fluidez muy buena, la gráfica nos da un buen resultado (sin llegar a ser espectacular) y sin ninguna duda es un producto que, si te gusta la realidad virtual, debes probar. Además, por el precio que tiene (hablaremos de él más adelante), aunque no es un dispositivo demasiado barato, sí que es accesible y puedes darte el capricho. Teniendo en cuenta el punto en el que se encuentra la realidad virtual, que se trata de unas gafas inalámbricas y su buena calidad de imagen me parecen incluso baratas.
Contenidos de la tienda Oculus
¿Qué tal los contenidos? Evidentemente, un buen hardware no sirve de nada si no tenemos detrás el respaldo de una tienda de aplicaciones generosa. En este caso, en la caja del producto nos indican que contamos con más de 1000 aplicaciones y juegos. Lo cierto es que la tienda de apps sí que muestra mucha variedad, está dividida por categorías y tenemos juegos y aplicaciones para todos los gustos y edades. Todos los que he probado son muy realistas, pero la parte negativa es que, aunque hay muchísimo donde elegir, hay mucho contenido de pago. Os dejo unas capturas de pantalla de la tienda de Oculus, puedes descargarte la app en tu smartphone y navegar tú mismo por el catálogo para ver si encuentras cosas interesantes.
Personalmente, los contenidos que más me han gustado han sido los juegos de aventuras tipo Tomb Raider y los paquetes de vídeos e imágenes de lugares del mundo, tipo Travel the world Pack. Además, también podemos ver películas o series de Netflix, algo que, a mí personalmente no me termina de llamar la atención, pero que para quienes busquen una nueva experiencia más inmersiva a la hora de ver sus pelis favoritas es una opción genial.
Hardware de las Oculus Go
Mencionábamos antes el hardware de las Oculus Go, un punto muy importante y donde este producto aprueba con nota. Potenciado por un Snapdragon 821 (el mismo que encontramos, por ejemplo, en móviles como el LG G6), una gráfica Adreno 530, está disponible en dos versiones de almacenamiento interno, 32 GB o 64 GB, ojo porque no podemos ampliarlo mediante microSD, así que elige bien. La resolución de la pantalla interior es QHD, se ve muy bien tanto a nivel de brillo como de resolución, aunque a veces pierde nitidez.
El sonido es de tipo espacial, es decir, que aunque lo escucharás tú sobre todo, también lo escucharán quienes estén a tu alrededor, pero podemos conectar unos auriculares al jack 3.5 mm si queremos evitar esto. En cuanto a la detección de movimientos es importante que sepas que es de tipo estacionaria: detecta el movimiento de cabeza y de controlador, pero no si damos pasos adelante o movemos nuestro cuerpo.
Usando el controlador, ¿es cómodo?
Me ha sorprendido (para bien) lo fácil que es utilizar el controlador remoto. Al usar por primera vez nuestras Oculus Go nos darán un breve tutorial para aprender a manejarlo. Podemos elegir con qué mano lo vamos a utilizar y volver a calibrarlo cada vez que queramos con el botón con el logo de Oculus. Cuenta con un touchpad para movernos por los menús, dos botones y un botón trasero que será con el que más interactuemos. Su uso es muy cómodo y muy sencillo. Todo un acierto.
Autonomía de las gafas Oculus Go Standalone VR
Este es, para mí, uno de los puntos más flojos de las Oculus Go. El tiempo de carga es aproximadamente de 3 horas, mientras que el tiempo de autonomía de la batería es de en torno a 2 horas y media. El hecho de que tarde más en cargarse que en agotarse es un detalle que deberían pulir los chicos de Oculus en próximos productos, porque sin duda es su gran punto débil.
Características de las Oculus Go
Oculus Go | |
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Panel | LCD, 16:9, densidad de píxeles 538ppp y resolución 2.560 x 1.440 |
Procesador | Qualcomm Snapdragon 821 |
Frecuencia de refresco | 72 Hz |
FOV | 86º |
Almacenamiento | 32/64 GB |
Conectividad | WiFi / Bluetooth |
Puertos | Micro-USB / jack para auriculares de 3,5 mm |
Botones físicos | Volumen +/- y encendido/apagado |
Sonido | Estéreo 3D / Espacial |
Detección de movimiento | Estacionario |
Dimensiones | 190 x 105 x 115 mm |
Peso | 468 gramos |
Contenido de la caja |
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Disponibilidad y precio de las Oculus Go
En resumen, la experiencia es muy buena, tanto a nivel de facilidad de uso como de inmersión y contenidos disponibles, es un producto muy bien acabado, sin embargo, el hecho de que maree es algo que deberías probar antes para ver si en tu caso te marea un poco, te marea mucho o no te marea nada. Es un producto muy bien construido y con muchas posibilidades. Por ello, le premiamos con el GizAward de plata.
- Muy cómodas y no pesan apenas en la cabeza, se sujetan bien
- Tiene un catálogo bastante grande de contenidos
- Buen hardware
- Fluidez
- Dos opciones de almacenamiento interno
- Fácil configuración
- Precio relativamente accesible
- No dependen de un ordenador o un smartphone
- Posibilidad de ver también películas, más allá de jugar
- Nos permite utilizar nuestras gafas de ver
- Son bastante voluminosas
- La autonomía es bastante ajustada
- El tiempo de carga es elevado
- A muchas personas nos marean