Parece que por fin el Roaming, ese pequeño bastardo que hacia la comunicación de los que salíamos de nuestro país más complicada se marcha para no volver.
Para poder contaros correctamente lo que supone, tendremos que empezar por explicaros que es el Roaming, ya sea bien porque no os interesaba saber que era o bien porque erais miembro honorario de la comitiva de Mr Marshall.
¿Qué es el Roaming?
Lo primero que tenéis que saber, es que “Roaming” es un anglicismo como muchos de los que usamos hoy en día casi sin darnos cuenta. En nuestro idioma la palabra correcta seria itinerancia.
La itinerancia o Roaming (para los más “Cool”) no es otra cosa que poder disponer de otras coberturas de red que no serían la principal ofrecida por nuestro operador.
Vamos, que hablando en plata lo que significa es que si estamos en el extranjero y usamos las redes del país en el que estemos, estaríamos usando Roaming, con lo que ello conllevaba hasta hoy para las operadoras…
El Roaming y su verdad verdadera
A partir de hoy todas aquellas personas que viajen por 28 países de la comunidad europea, no necesitarán realizar pagos extras por la utilización de las redes propias del país que visiten.
Debido a este recargo en el pago, el Roaming se convertía en una sangría para el que necesitaba usarlo. Pues bien, aunque hoy celebramos el fin de este arcaico “pago extra” (algo que agradecerá más de un@), no es oro todo lo que reluce.
Como dice el dicho “hecha la ley, hecha la trampa” alguna que otra operadora ya se ha puesto manos a la obra para contrarrestar esas pérdidas. Que ¿cómo?, muy sencillo, nada más y nada menos que hinchando poco a poco los precios de las tarifas más básicas de algunos servicios.
Aunque haya subidas de precios, no podrán pasarse de la raya porque la Comisión Europea ya ha avanzado que acechará las cabezas de las operadoras pudiendo (en caso de que se quieran pasar de listas) asestarles un golpe conejero para quitarles tanta tontería. Estarán ojo avizor…