Samsung vuelve a hacer de las suyas y aunque nos brinda titulares bastante interesantes con sus series C y Alpha, no por ello acepta abandonar la fabricación de algunos dispositivos que posiblemente hagan más mal que bien a la compañía. El candidato elegido para seguir con esta dudosa estirpe de dispositivos de gama baja no es otro que el Galaxy Grand Prime+, sucesor del terminal del mismo nombre (sin el+) y que tiene , eso sí, el honor de ser el primer terminal de los coreanos en hacer uso de un SoC Mediatek, algo de lo que ya se habían filtrado algunos rumores y que ahora se convierte en toda una realidad.
Un buen gama baja sino fuera por su pantalla.
Iremos directos al grano, nos parece genial que Samsung decida optimizar costes (después del desastre del Galaxy Note 7 lo necesita más que nunca) y unirse al grupo de fabricantes que confían en el buen hacer de Mediatek a a la hora de dar un cerebro a alguno de sus smartphones más «asequibles». Y es que no solo las marcas chinas menos conocidas utilizan sus procesadores, sino que fabricantes de renombre como Xiaomi, Lenovo, Sony, HTC, Huawei o Meizu ya hacen buen uso de los servicios de la empresa más naranja de la telefonía.
Lo que no nos parece tan bien es que Samsung le de un buen lavado de cara a su terminal y sin embargo nos siga ofreciendo un panel de hace ya 3 o 4 años…Y es que por un precio que calculamos rondará los 150 euros, y cuando el Motorola Moto G de primera generación ya ofrecía un panel HD de 1280 *720 píxeles, llega Samsung y nos dice que un smartphone de 5 pulgadas se tiene que conformar con una resolución qHD de 960 x 540 píxeles para su panel IPS. Algo que nos parece bastante surrealista en una empresa de este nivel y que no suele tener la gama baja más barata del mercado precisamente.
Aunque el teléfono no ha sido lanzado oficialmente, ha sido el famoso benchmark Antutu el que nos ha filtrado sus especificaciones principales:
En efecto, aunque el Samsung Galaxy Grand Prime+ no ha sido anunciado oficialmente, parece que este hará gala de un apartado hardware bastante interesante y más que suficiente para un uso medio del dispositivo, donde vemos que el anterior Snapdragon 410 es sustituido por un SoC MT6737T, compuesto también por 4 núcleos Cortex A-53@ 1,5 GHz y una GPU Mali-T720 MP2 @600 MHz. Aunque el aumento en rendimiento es bastante leve e incluso puede que la anterior Adreno 306 rindiera algo más que la mencionada Mali-T720 MP2 (sin contar con la Mali-400 presente en la «Value Edition»), sí que vemos una mejora clara en el apartado de memoria RAM, donde ahora contamos con unos más adecuados 2GB, algo que ya se ha convertido prácticamente en un estándar para la gama baja y que supone superar una de las mayores limitaciones de su antecesor.
También tenemos un importante incremento en el apartado de almacenamiento, donde pasamos de unos insuficientes 8 GB de capacidad a unos interesantes 32GB, lo cual supone probablemente el mayor reclamo para un teléfono de gama baja. En base a lo ofrecido por su antecesor, esperamos que dicho almacenamiento sea ampliable al menos con 64GB extra mediante tarjeta Micro-SD.
No sabemos que sensores utilizarán las cámaras del Samsung Galaxy Grand Prime+, pero viendo que vuelven a ser de 8 y 5 megapíxeles para su trasera y frontal respectivamente, pondríamos la mano en el fuego a que son exactamente los mismos presentes en el Grand Prime original (aquí se puede ver su calidad). Aunque la competencia ya ofrece sensores de hasta 13 MP en este rango de precios, esperaremos a ver resultados para valorar de forma más objetiva este apartado fotográfico.
La última diferencia conocida gracias a esta filtración es la del sistema operativo , que como es normal, abandona Android 5.1 Lollipop para pasarse a Android 6.0.1 Marshmallow. Habría estado bien que Samsung hubiera mimado a sus compradores menos pudientes con Android Nougat, pero no parece que esta sea su preferencia, al menos no por ahora.
Un resultado frustrante para este Samsung Galaxy Grand Prime+.
Cuando uno lee noticias como que Samsung usara Mediatek y ve un apartado de hardware que se equipara en parte al de la gama baja actual proveniente de China, tiene cierta ilusión pensando en que Samsung quizás se baje un poco de su pedestal y ofrezca una relación calidad/precio algo más competitiva.
No esperamos que por 150 euros (estimados), Samsung nos de un octacore como el Snadragon 616/SD 430 al estilo de Xiaomi en su Redmi 3; ni siquiera esperamos un lector de huellas o dos cámaras sobresalientes; pero sí que cabe esperar al menos una pantalla a la altura de las circunstancias. Y es que nos cuesta entender como uno de los fabricantes de paneles más grandes del mundo, es capaz de echar por alto un smartphone que podría venderse realmente bien, colocándole una pantalla qHD a finales del 2016.
Todavía falta por conocer el el diseño final del Samsung Galaxy Grand Prime+ así como las especificaciones oficiales del mismo (como su batería). Quizás lo filtrado por Antutu solo sea un prototipo y Samsung nos sorprenda con un panel HD que termine de rematar un buen dispositivo de gama baja. Eso sería una buena señal, pues significaría que los coreanos pretenden acabar con su fama de fabricantes de gama baja mediocre. Viendo como les ha ido con su phablet más potente, no les vendría mal compensar un poco por el otro extremo no…
Estaremos atentos al lanzamiento oficial para sacar conclusiones definitivas.