Star Trek es una serie de culto que cuenta con millones de seguidores en todo el mundo, recientemente se reveló una noticia que tiene impactados a los seguidores de la saga e incluso a los que no lo son. Las cenizas de Scotty de Star Trek reposan en la Estación Espacial Internacional desde 2012.
James Montgomery Doohan se hizo mundialmente famoso por interpretar a Scotty, personaje ficticio de Star Trek en la cual fungía como ingeniero jefe de la legendaria USS Enterprise NCC-1701 y especialista en motores y propulsión.
Tras la muerte del célebre actor acaecida en el año 2005, la familia expresó su deseo a la NASA de que sus cenizas fueran trasladadas a la Estación Espacial Internacional, pero tal petición fue negada. Fue precisamente allí cuando las cosas se pusieron interesantes.
La historia del hombre que llevó las cenizas de Scotty a la EEI
La familia Doohan no se dio por vencida ante la negativa de la NASA, querían a toda costa cumplir el deseo de Scooty, por esta razón el hijo del actor se puso en contacto en 2008 con Richard Garriot, un empresario de video juegos que estaba a punto de viajar a la EEI tras pagar 30 millones de dólares como turista espacial en una capsula rusa.
Tras el visto bueno de Garriot comenzó a urdirse un plan digno de una película de Hollywood. El empresario imprimió tres tarjetas con una fotografía del fallecido actor en las cuales selló las cenizas y de forma clandestina las introdujo en la EEI. Tras 12 años de silencio Garriot se decidió a hacer pública esta información que desde ya puede catalogarse como una hazaña.
Desde entonces, las cenizas de Scotty han recorrido más de 270 millones de km escondidas supuestamente debajo del propio revestimiento de la estación, otra fotografía se afirma que fue lanzada al espacio, y la tercera fue devuelta a sus familiares para ser el símbolo de esta increíble historia.
De esta manera, concluyó su íntimo viaje por la vida el ya recordado actor James Montgomery Doohan, quien encarnando al popular Scotty recorrió la galaxia y ahora después de su muerte descansa, aunque sea un poco, más cerca de las estrellas.
Vía | The Times