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¿Y si no pudiéramos usar el móvil en la calle? Este pueblo ya lo ha prohibido

seine-port usar el movil en la calle

El mundo actual a veces me da un poco de miedo. Hace un par de semanas cogí el metro, la verdad que no suelo utilizar transporte público pero en ese caso en concreto me venía mejor esta opción. Como novata en el tema, fui todo el camino pendiente de lo que sucedía a mi alrededor… Y la imagen no me gustó nada. El vagón iba casi completo y todas las personas estaban con la mirada en su móvil, deslizando el dedo, sin apartar la vista de la pantalla, sin observar a su alrededor, sin darle a su cerebro la ocasión de pensar… Por un momento, sentí que estaba rodeada de zombies y que yo era el único ser humano.

Obviamente, yo tampoco uso el móvil (más de lo que me gustaría, todo hay que decirlo) y seguro que yo también tengo esos «momentos zombie», aunque en mi caso en el sofá o cuando estoy esperando en algún lugar. El móvil no es el enemigo, ni muchísimo menos, pero nos ha robado una de las cosas más importantes que tenemos: nuestra atención.

Cuando iba en ese vagón del metro recordé una noticia que había leído hacía algunas semanas y es que en un pueblo ya han prohibido usar el móvil en la calle. Prohibir no me parece nunca la solución, pero quizá es una forma de dar un toque de atención a esta sociedad que presta más atención a la pantalla de su teléfono que a la persona que tiene al lado.

Seine-Port: un pueblo de Francia ha prohibido usar el móvil en la calle

Si vas de vacaciones a Seine-Port, un precioso pueblecito francés a apenas 40 km de distancia de París, tenemos algo que contarte. Y es que en este lugar pusieron en marcha un referendum y los resultados han sido, cuanto menos, sorprendentes. En la propia página web del Ayuntamiento se puede leer un rotundo «En votant «OUI» à la consultation organisée samedi 3 février 2024″, cuya traducción sería algo así como «Se ha votado Sí a la consulta organizada el sábado 3 de febrero de 2024».

Esta consulta preguntaba acerca de limitar el uso del teléfono móvil, como una solución para paliar la dependencia que tenemos a las pantallas y recuperar esa interacción más humana que cada vez se está perdiendo más.

seine-port usar el movil en la calle

Los ciudadanos de Seine-Port se han mostrado muy concienciados con el uso que se hace de los teléfonos móviles en la calle. Pueden ser una fuente de accidentes ya que nos roban la atención a lo que está sucediendo en el entorno, además de empobrecer las relaciones humanas, tanto para los adultos como para los más pequeños. El referendum, en el que participó apenas un 20% de la población, se saldó con el SÍ con una votación del 54%. Es curioso porque realmente representa un porcentaje muy bajo de la población, pero la abstención le ha salido cara a los defensores de los smartphones.

Hasta ahora, no se ha mencionado cómo se regulará este asunto o cuáles serán las multas en los casos en los que se pille a alguien con las manos en la masa en el móvil… si es que las hay. De hecho, fuentes consultadas apuntan a que la medida no tiene capacidad para imponer sanciones, por lo que no existe valor jurídico y, por lo tanto, no se podrá multar, por lo que es una medida de «recomendación» más que de imposición.

Por su parte, el alcalde de la ciudad ha asegurado que, para compensar esta situación y ofrecer alternativas de ocio y sociabilización a las pantallas, va a crear espacios comunes lúdicos, como un cine o una nueva área deportiva.

Asimismo, esta medida contempla también actuaciones concretas enfocadas a niños y adolescentes. Para proteger a la infancia de la sobreexposición a los móviles, se ha propuesto regular el uso de las pantallas y que los más pequeños no puedan usarlas por la mañana, antes de dormir, durante las comidas ni en la habitación. En el caso de los adolescentes, si sus padres firman que no les proporcionarán a sus hijos ningún teléfono antes de los 15 años, el Ayuntamiento de esa localidad se compromete a dar al niño un teléfono con el que solo pueda llamar y enviar SMS cuando cumpla cierta edad en la que ya sea adecuado que use ese tipo de teléfonos sencillos.

¿De verdad es necesario que lleguemos a prohibir el uso del móvil en la calle?

Sinceramente, a mí me parece una medida demasiado extrema y en algunos casos carente de valor, incluso peligrosa. Hoy en día, necesitamos el móvil para muchas cosas: desde consultar una dirección a la que vamos a ir y no sabemos cómo llegar, hasta avisar que ya estamos llegando a un lugar o atender algún tema urgente de trabajo cuando estamos en un desplazamiento por la ciudad.

Soy consciente de que en la mayoría de los casos cogemos el smartphone por puro impulso. Yo también lo hago casi sin darme cuenta y la verdad es que es algo que llega a asustar. Abres las redes sociales sin necesitarlo, de forma autómata, revisas compulsivamente el correo, contestas mensajes de WhatsApp que no son ninguna prioridad pero sientes dentro de ti que no puedes esperar… Todo esto me parecen actitudes muy peligrosas (que todos o la mayoría de nosotros tenemos) y que son el reflejo de la dependencia que tenemos a las pantallas.

seine-port usar el movil en la calle

Medidas como la que se ha tomado en Seine-Port son una buena actuación para concienciar a la población y hacernos ver que quizá no estamos usando correctamente una valiosísima herramienta que la tecnología ha puesto en nuestras manos. Repito algo que ya he mencionado al inicio de este artículo y es que el móvil no es el enemigo. Nunca lo fue y nunca lo será. El enemigo eres tú mismo, que no sabes darle el valor que cada cosa tiene en su momento. No te juzgo, a mí también me pasa. Nadie nos ha enseñado a hacerlo.

Y ya no se trata solo de prohibir usar el móvil en la calle porque sí, por una cuestión de dependencia y de salud mental. La salud física también corre peligro. Nos hemos acostumbrado a cruzar la carretera sin mirar alrededor, porque nuestra atención está puesta en el smartphone. No somos capaces de detectar, la mayoría de las veces, si se nos está acercando alguien con intenciones no demasiado buenas, porque ese vídeo de gatitos que han mandado por un grupo en el que hay gente a la que no ves desde hace cinco años no podía esperar. Creo que el ejemplo de lo que quiero decir está bastante claro. Los móviles nos han robado nuestra atención, algo muy valioso a lo que tendríamos que cuidar más y darle la posición de privilegio que merece en nuestra vida.

Dicho esto, yo habría votado NO en el referendum de Seine-Port, habría votado NO a prohibir usar el móvil en la calle. Quiero seguir utilizándolo, no creo que sea la solución. Siento que eliminar libertades nunca es el camino. Pero si esto ayuda a que otras personas sean capaces de darse cuenta de su adicción a las pantallas y, sobre todo, de que su vida (la de verdad, la auténtica, la que vale) está en el mundo real, bienvenido sea.

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