Wing y Google se ponen en alerta por nueva ley de drones en EE. UU

Al igual que Europa, EE. UU recientemente hizo significativos ajustes a la ley de drones; como ya se había anunciado en el viejo continente, todos los usuarios de estos aparatos deberán registrarlos en las oficinas respectivas independientemente del tamaño o el uso. Estas medidas de cierta manera fueron recibidas con beneplácito por los fabricantes, porque armonizaban las normas que antes se prestaban a confusión de un país a otro. En el caso de Estados Unidos, la situación no es tan alentadora, la ley que regirá de ahora en adelante ha sido considerada no menos que impactante por su contenido. Wing (subsidiaria de Alphabet) ha sido una de las primeras entidades en manifestar su descontento. 

Dicha ley determina que casi todos los drones en el espacio aéreo de EE. UU están obligados a transmitir su ubicación, incluyendo la de sus operadores. Google inmediatamente ha puesto su grito en el cielo por este ajuste, el cual persigue entre otras cosas salvaguardar la seguridad nacional de los Estados Unidos, o al menos esto es lo que afirman. 

Wing dispara las alarmas 

En Reuters puede leerse una publicación de Wing, subsidiaria a cargo de los drones de entrega de Google (Alphabet), en la que reseña lo siguiente “La identificación remota de drones solo para transmisión puede tener consecuencias no deseadas para los consumidores estadounidenses”.  

Con la posibilidad que esta medida de la Administración Federal de Aviación pudiera permitir a curiosos y observadores averiguar el lugar de destino de los envíos entre otras cosas, Wing sostiene, que los ciudadanos estadounidenses podrían no aceptar este tipo de vigilancia en sus entregas, ya sea en carreteras o en el cielo. 

Drone de UPS

Drone de envíos de UPS

Como tal decisión es poco probable que sea revocada, la subsidiaria de Alphabet ha planteado una solución intermedia: que la posición de los drones sea transmitida a través de internet y no localmente como se ha impuesto. Esta idea no es nueva y ya intentó aplicarse en 2019, aunque un conjunto de objeciones y peros de peso terminó con las pretensiones de la FAA. 

Entre los argumentos recibidos por la oficina de Aviación cuando propuso el seguimiento en internet, destacan algunos como los siguientes: los costos, la cobertura de internet, y la posibilidad de ser vulnerada por atacantes informáticos.  

Por ahora solo queda esperar cuales son los acuerdos a los que irán a llegar los fabricantes con la FAA, para que la identificación remota por internet pueda pasar de una posibilidad a una realidad, y no detenga el auge que el incipiente servicio de entrega de drones tiene en estos momentos. 

Vía | Reuters 

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